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viernes, 29 de abril de 2011

Regulación de Protección de Espacios Públicos frente a Campañas


La siguiente es la argumentación que dí en sesión ayer 28 de Abril referida a la aprobación de la nueva ordenanza destinada a proteger los espacios públicos frente a campañas de índole proselitista política o comerciales de cualquier tipo:


Este proyecto que estamos a punto de aprobar tiene la potencialidad de ser un importante legado para nuestra comunidad. Las ordenanzas tienen en su origen un doble propósito, por un lado de ser aglutinadoras de la opinión de su tiempo, de expresar en si mismas el pensar y sentir de la comunidad que las requiere, ejecuta y acepta acerca de un tema específico; por el otro lado la misma norma tiene un propósito prospectivo yendo más allá de su acción efectiva o concreta para la cual fue creada, es decir que se orienta a dejar huella que marca a que tipo de convivencia pretendemos caminar los vecinos de una comuna.
Los partidos políticos, los movimientos sociales y las organizaciones de vecinos tienen en este sentido la difícil tarea de ser quienes aglutinan las opiniones de una ciudad, al mismo tiempo que creadoras de las mismas en muchos casos.  El concejo deliberante de la ciudad es la caja de resonancia por antonomasia de las voces de los ciudadanos, es el espacio legitimo y legitimado para interpretar y encausar las ideas y pensares de su tiempo y de su espacio.  Muchas veces se avanza en el ordenamiento de temas o aspectos  que a las claras debería estar resguardados por el solo uso del más íntimo  y mas natural orden, es decir el sentido común;  y en esta encrucijada donde el sentido común necesita ser apuntalado es donde se refuerza la idea y la naturaleza de un cuerpo deliberativo como este Concejo.
En el año2009 presente este proyecto fundado en que muchas de las practicas que habíamos llevado adelante los partidos políticos en los meses anteriores chocaban abiertamente contra la voluntad de los vecinos que veían invadidos los espacios comunes para pasar a ser por el lapso de treinta o cuarenta días espacios rehenes de tal o cual candidato o consigna. Y en este punto repito, “tal o cual candidato o consigna”, quiero representar que dichos espacios de todos se transformaban en carteleras de imágenes y no en propaladoras de ideas o propuestas. Y esto nos lleva indefectiblemente a replantearnos, al menos los partidos políticos, en que forma nos comunicamos con los vecinos y cuales son efectivamente los mensajes que enviamos a la hora de la apropiación del espacio público.   
Como ya va quedando evidenciado, hago centro de esta argumentación, y musa inspiradora del proyecto futura ordenanza, a los partidos políticos y esto se funda en que como dije antes dichas instituciones son las usinas que nuclean la opinión de una comunidad y, por su reconocimiento constitucional, son los promotores de las candidaturas de los funcionarios públicos de hoy y mañana, por ende su accionar merece una espacial atención y portan una obligación pública que los diferencia del resto de las organizaciones.
En algunos espacios he tenido la oportunidad de escuchar que este tipo de regulación atentaba contra la libertad de expresión. Ante ello digo que la  libertad de expresión y de comunicación de los partidos políticos no es un elemento estanco en el tiempo que perdura inmutable con el transcurrir de la historia. Con la aparición de los partidos políticos modernos en nuestro país, particularmente el PS y la UCR, entendiéndolos como tales a partir de algunas características que los distinguieron de sus antecesores conservadores tales como su conformación clasista heterodoxa, la participación popular y la búsqueda del voto universal y libre como valor innegociable, la lucha por la igualdad de derechos sociales, etc. La aparición de este tipo de partidos trajo a la mesa política una de las problemáticas menos resuelta a la fecha que acarrean este tipo de agrupaciones, llamémosla “Comunicación política partidaria”, es decir de que forma un partido moderno se comunica con la ciudadania, cuales son sus canales, formas y costumbres.
En los albores del S.XX la forma más utilizada de comunicación política partidaria se basaba principalmente en la fijación de afiches de papel impreso en carteleras y muros, también la “pintada” nació junto con los partidos y se alojaba en los mismos espacios; sin embargo ninguno de los dos era la herramienta principal a la hora de transmitir el mensaje, el “mitin” era la forma, la agrupación de ciudadanos en un espacio público determinado donde el representante del partido, o candidato en su defecto, entablaba una comunicación directa y cara a cara con el vecino.
A principios del S. XX, la comunicación política via “afiches” o “pintadas” tenía una clara razón de ser, era la única constancia escrita que un partido tenía, las gacetillas partidarias implicaban un costo que la estaba fuera del alcance de los partidos modernos, para llegar masivamente a toda la comunidad, era su canal ineludible para lograr una comunicación política partidaria. No puedo dejar de mencionar que los afiches y pintadas utilizados durante la primeras décadas del siglo contaban con características absolutamente diferentes a los de hoy, en su cuerpo se incluía un mensaje abreviado acerca del tema que le daba razón de ser, y generalmente eran utilizados como herramientas convocantes, explicitando fecha , lugar y hora de la realización de mitines o encuentros públicos, es decir el afiche o la pintada era un verdadero canal de comunicación y convocatoria, pero no era en sí mismo la herramienta de expresión perse.
Vayamos ahora a nuestros días, y reflexionemos acerca de la actual comunicación política partidaria, siempre como consecuencia del contexto social de su tiempo. Los partidos políticos, grupos políticos específicos y movimientos sociales se han multiplicado por cientos, con diversas características han nacido infinidad de posiciones y opciones referidos a una interminable lista de temas. Cerrando nuestra categoría de análisis exclusivamente a los partidos políticos, ya que es el tema que suscitó el debate en este Concejo, aún así encontramos que el espectro político pampeano se manifiesta en no menos de quince partidos o uniones partidarias. Este es el primer punto de contraste con el contexto en que se encontraban los 3 o 4 partidos que vieron el nacimiento del afiche y la pintada como herramienta de comunicación. Suponiendo que mantuviésemos esta prepotente forma de comunicación de una via, y aceptásemos el avasallamiento de “lo público”, es a las claras visible que el espacio público se reduce considerablemente a medida que aumenta el número de comunicadores. Y como consecuencia tendríamos necesariamente los sucesos que estamos siendo testigos hoy en nuestra ciudad, es decir, ante la falta de espacios socialmente tolerados se “innova” y se avanza sobre espacios que hasta hace algunos años era impensado considerar, tales como calzadas, edificios públicos o monumentos, es decir que la barrera que levantaba el sentido común comenzó a erosionarse.
Mi punto es, en respuesta a algunos de los argumentos esgrimidos por quienes ven en la regulación de estos dos canales “pegatina de afiche” y “pintada” un cercenamiento de los derechos de comunicación de un partido, que la comunicación política partidaria de una via o tradicional frente a los nuevas herramientas comunicacionales: a) no representa la herramienta principal de difusión, b) no es la más accesible, c) no es la mas popular, y d)no es la más conveniente.

a) No es la principal, y personalmente tampoco la considero una herramienta en lo absoluto, dada que solo se utiliza en épocas de campañas proselitistas donde se exalta el nombre del postulante, su sello partidario y algun eslogan diseñado, si fuese una herramienta de comunicación partidaria sería utilizada como antaño para comunicar ideas y conceptos durante todo el año, cada año. Si nosotros entendemos que la comunicación política partidaria, y su derecho a existir, se basa en la repetición sistematica de un nombre y su eslogan pintados sobre cualquier espacio público de la ciudad a costas del erario público tenemos un problema de percepción acerca de lo que nos es demandado por la ciudadanía en estos días.
b) No es la más accesible ya que el costo de pintura, afiches, pegamentos, traslados y demás por más mínimo , o económico que le resulte a los partidos tradicionales siguen siendo altos frente a la comunicación electrónica que se da via Web, Redes Sociales, blogs, mail, etc. donde el costo es $0 (cero).Además se deben computar los costos de la limpieza que se afrontan con fondos públicos por parte del municipio para restaurar el orden de los espacios públicos afectados.
d) No es la más conveniente, debido al meta mensaje que emitimos como funcionarios respecto de nuestra apreciación del espacio público. En procesos espasmódicos y convulsionantes, tales como los períodos electorales, aceptamos la apropiación de los espacios comunes por aquel que cuenta con mayores recursos sean humanos, económicos o de poder y por la lógica misma de la fuerza se impone sobre lo que es de todos, sobre lo común, aquel que ha prevalecido en la acumulación de dichos recursos. Confundimos el “uso” de aquello que nos es común, con la “apropiación”; permitiendo como consecuencia de dicha confusión, la imposición del más fuerte sobre el resto en aquel ambito que naturalmente debe garantizar la igualdad de uso y oportunidades, es decir el ESPACIO PÚBLICO.

En síntesis, como aporte a este debate dejo asentado cual ha sido el criterio que forjo el proyecto de regulación de uso del espacio publico. Considero que los argumentos que nos llevaron como cuerpo a pensar en este tipo de lesgislación han quedado plasmados en la norma, mi opinión es que en este tema debemos considerar mucho más que el hecho anecdótico de pintar un paredón o embadurnar una columna, hoy esas son solo circunstancias. Intentemos debatir sobre el fondo de la cuestión, definamos que es el espacio público, que derechos y fines pretendemos sobre ellos todos los vecinos, definamos la circunstancia del uso frente a la de apropiación, definamos si es necesario re plantearnos el concepto de autoridad municipal y su alcance en la regulación de la vida de la comuna. Todos estos temas están intrínsecos a mi entender en este nueva ordenanza, como lo están en la mayoría de los proyectos que tratamos.